Autodenominado líder de la “Revolución Ciudadana”, ha sido reelegido recientemente
presidente de Ecuador por una amplia mayoría.
Este político y economista ecuatoriano, nacido
en Guayaquil en 1963, fue educado en un ambiente
profundamente religioso, está casado y es padre de tres hijos, que junto al ciclismo, son su gran pasión.
Su padre
sufrió una condena de tres años en las cárceles de los EEUU consecuencia de
un delito de tráfico de drogas, su hijo, siendo ya presidente lo justificó
alegando que fue una víctima del sistema, un desempleado que desesperadamente
buscó alimentos. Este hecho, unido a la fatídica
pérdida de su hermana ahogada en una piscina, marcaron su infancia.
Con 24
años se egresó en Economía por la Universidad Católica de Guayaquil y,
gracias a una beca, cursó dos años de intercambio
en Bélgica, donde conoció a su mujer. Tras su paso por Europa, dio el salto
y disfrutó de otro año sabático en el Departamento
de Economía de la Universidad de
Illinois.
Su primer contacto con la política llegó
en 2003 en la asesoría económica de la Vicepresidencia del Gobierno de Ecuador,
tras esta experiencia le llegó su gran oportunidad, el mando del Ministerio de Economía en 2005, cargo
que ocupó durante 4 meses, dimitió tras serle denegado un préstamo por el Banco Mundial. A raíz de este fugaz paso
por el gobierno se lanzó a crear el partido que más tarde le encumbraría, el Alianza PAIS (Patria Altiva y Soberana).
Con este partido ganó las elecciones presidenciales en 2006 en segunda vuelta y fue
reelegido en 2009 y en 2013, ambas
en primera vuelta, tras obtener más del 51% del escrutinio necesario.
En el año 2008 aprobó una reforma de
la Constitución para poder ser reelegido hasta el 2013. Esta reforma, que
fue altamente refrendada por la ciudadanía, concedió el voto facultativo a los jóvenes entre 16 y 18 años y facilitó la
construcción como nuevo poder del estado del poder ciudadano, ejercido a través de la democracia representativa.
La reforma del 2008 también concedía a Correa
la potestad de disolver el legislativo y formular
en exclusiva la política monetaria y financiera, hay que recordar que en
Ecuador la moneda es el dólar desde el
año 2000, lo cual le permite un alto gasto estatal. Gran parte de este
gasto es destinado a políticas sociales, como el bono de desarrollo humano, que ha aumentado hasta los 50 dólares
y que beneficia a unos dos millones de ecuatorianos en situación de pobreza.
Se posiciona ideológicamente en la izquierda anticapitalista, lo que no le
impide calificase como humanista cristiano
y neodesarrollista y en su horizonte una obsesión, erradicar la pobreza y alcanzar la soberanía financiera y
energética.
Su proyecto se encuadra dentro del
conocido como movimiento bolivariano
y cuyos máximos representantes son Evo Morales (Bolivia), el
recientemente desaparecido Hugo Chávez (Venezuela), Daniel
Ortega (Nicaragua) y él mismo.
En un intento de instaurar el socialismo del siglo XXI, todos ellos han
promovido reformas legislativas tendentes a controlar los medios de
comunicación, nacionalizado empresas en sectores estratégicos, modificado la
Constitución de su país y aprobado leyes
de reforma financieras.
Por todos es conocido su enfrentamiento con los periodistas críticos
con su gestión, a los que tilda de “sicarios
de tinta” y con algunos de los cuales ha llegado a verse en los tribunales.
Curiosamente, gran parte de sus éxitos
electorales los debe a su habilidad para
entenderse con los indígenas en su propia lengua, el quichua, que aprendió gracias
a un voluntariado que realizó con una Misión
de Padres Salesianos.
Para la oposición (entre los que se
encuentran su hermano y unos diez aliados de su círculo más intimo) es un gobernante autoritario y populista que
sólo pretende acaparar poder y reprimir derechos, aunque la realidad demuestra
que la población acaba de otorgarle otra vez una aplastante mayoría hasta el 2017, cuando llevará una década como
presidente.
No le importa enfrentarse a los mercados, arrebatar dividendos a las
grandes petroleras u obligar a las
multinacionales de telefonía a pagar
más por sus licencias, aún cuando la consecuencia sea dejar a su país fuera de
los mercados internacionales, ese es Rafael
Correa.
En homenaje a Hugo Chávez, Ecuador ha decretado 3 días de luto oficial y su
presidente, Rafael Correa, ha
afirmado que su “compromiso es no dar ni un solo paso atrás para cumplir con su
sueño que son los sueños compartidos, por Venezuela, Ecuador, Bolivia,
Nicaragua, Cuba, Argentina, Brasil… por esa patria grande como la soñaron los
libertadores”.
“Dicen
que estamos obsesionados por el poder (…) ¡Sí! Estamos obsesionados por el
poder servir a nuestros ciudadanos, sobre todo a los más pobres”, estas palabras fueron pronunciadas por Rafael Correa cuando cumplió 6 años como
presidente.
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Blog económico de Rafael Correa|
http://wnww.economiaenbicicleta.com/
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