Con tan sólo 12 años ya militaba en la organización de
izquierdas “Ruptura” y se declaraba como socialista, años más tarde sería el señalado por el dedo de Hugo Chávez para sustituirle con su
famoso “ustedes elijan a Maduro”.
Nació en la capital de
Venezuela hace poco más de 50 años.
Proviene de una familia de origen judío
sefardí aunque su fe es cristiana, como él mismo se encarga de recordar
cada vez que tiene ocasión. No posee
estudios superiores pero si una sólida
formación marxista sustentada en el castrismo.
Está casado con Cilia Flores,
reputada abogada socialista que formó parte del equipo de abogados que lograron
la excarcelación de Hugo Chávez tras la
intentona golpista del año 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez. Fue durante 5 años la primera presidenta de la Asamblea Nacional y recibió
acusaciones de nepotismo y de
favorecer a sus familiares, algo que ella nunca negó, no en vano sustituyó a su marido en este importante
cargo.
Desde los 29 hasta los 36
años fue conductor del Metro de Caracas,
aquí comenzó a orientar su actividad hacia el sindicalismo, fundó el nuevo Sindicato del Metro de
Caracas y lo dirigió.
En los 90 se le relaciona
con el Movimiento V República (MVR),
con el que participó activamente en la campaña del 1998 que aupó a Hugo Chávez a la presidencia de
Venezuela. El MVR se basaba en los
ideales de Simón Bolívar, con elementos socialistas, humanistas y
nacionalistas y fue el partido más
votado del país desde el 1998 hasta el 2007, año en que se disolvió para
integrarse al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Maduro salió elegido diputado de la
Asamblea Constituyente de 1999, donde
permaneció hasta el 2006 como fiel
aliado del chavismo. Fue también presidente
de la Asamblea Nacional y Ministro
del Poder Popular para Asuntos Exteriores o Canciller entre 2006 y 2013,
donde abogó por la entrada de Venezuela en el MERCOSUR, ahondó en las
relaciones bilaterales con Cuba y trató de limar asperezas con la vecina
Colombia, al tiempo que sellaba una alianza anti-imperialista con la lejana
Irán.
Durante la larga
convalecencia del mandatario Hugo Chávez
tuvo que coordinar la acción de gobierno y asumir responsabilidades
presidenciales. Tras el fallecimiento de éste, una peculiar interpretación de la Constitución venezolana le
permitió asumir la jefatura de Estado y
de Gobierno, como presidente encargado, hasta la celebración de nuevas
elecciones. Desde algunos sectores se reclamó que la presidencia debía haberla
asumido el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello y no el vicepresidente del Gobierno, sin embargo, el Tribunal Supremo consideró
constitucional la presidencia de Nicolás
Maduro, cumpliéndose así la ultima voluntad de Chávez.
El 14 de abril de 2013 gana a Capriles en las
elecciones presidenciales,
un hecho rodeado de polémica ya que apenas 200 mil votos separaron a ambos
candidatos. Desde el 19 de abril de este
año es presidente de la República Bolivariana de Venezuela y deberá
completar el período que dejó inconcluso el malogrado Chávez el cual finaliza el 10
de enero de 2019.
Es un político de carácter afable en las distancias
cortas, con experiencia a pesar de su juventud y al que se le reconoce una gran capacidad de trabajo. Autodenominado
hijo de Chávez al que juró lealtad
hasta más allá de esta vida, toda su campaña ha girado en torno al santoral chavista. No se le conoce hoja de ruta más
allá del radicalismo castrista y de
la exageración de los símbolos patrios.
Recientemente ha llegado a
un acuerdo con la presidenta de Argentina para intercambiar petróleo por alimentos y también existe
otro acuerdo parecido con Cuba por el cual miles de venezolanos reciben tratamiento médico y programas de salud a cambio de
barriles de petróleo. Aún a pesar de ser el quinto país exportador de petróleo del mundo, no parece muy sensato
que Venezuela confíe la alimentación y sanidad, servicios básicos tan
necesarios para sus ciudadanos, a terceros países.
Maduro es tan capaz de reclamar el silenciamiento de las críticas
y el encarcelamiento del líder de la oposición como de viajar con su mujer varias
veces a la India para recibir de primera mano las enseñanzas del famoso
santón y divinidad encarnada Sathya Sai Baba.
Silenciamiento o santidad,
¿hacia dónde llevará Maduro a Venezuela?
“Y el pajarito
se posó en una viga de madera y yo sentí que allí estaba el espíritu y las
bendiciones del comandante Hugo Chávez”. Frase pronunciada por Nicolás Maduro en el inicio de la pasada
campaña electoral en el estado de Barinas.
Twitter| @NicolasMaduro
1.050.500 seguidores
Blog personal de Maduro www.nicolasmaduro.org.ve
A pesar de apellidarse Maduro, me ha parecido muy Inmaduro cuando ha salido por TV.
ResponderEliminarCiertamente Jorge Juan, aunque allí lo tienen todo medido, quizás alguien le haya dicho que la inmadurez vende...
ResponderEliminarUna aproximación rápida y comprensible.
ResponderEliminarEl tiempo dará mucho más.
Saludos.