¿Qué podemos hacer cada una de las personas, desde nuestra posición como empleadas o empleados públicos, para impulsar la igualdad entre mujeres y hombres?
En
primer lugar, hay que dar el paso y convertirse en sujetos activos en las
políticas de igualdad, empezando por combatir los micromachismos de uso
cotidiano, que en mi caso no conlleva intencionalidad pero que, casi siempre son
actitudes normalizadas en el ámbito laboral y sin darnos cuenta extendemos a
otros planos del día a día.
Tenemos
que acercarnos cada día más a la idea de una masculinidad igualitaria en el
plano laboral y en todos los aspectos de la vida, empezando por cuestionarnos
si la masculinidad es el resultado de una elección individual o es fruto de la
presión del entorno social y analizando las consecuencias que esto tiene en
nuestro entorno más inmediato.
Valorar
en su justa medida los llamados trabajos reproductivos, ya que el trabajo de
cuidados es fundamental para el bienestar físico y emocional de todos, para el
buen devenir de la sociedad en su conjunto.
Los
hombres también podemos ser sujetos activos en las políticas de igualdad,
abogando por la igualdad en todos los aspectos de la vida, se puede comenzar
por hacer algún tipo de voluntariado en asociaciones que fomentan la igualdad
de oportunidades entre mujeres y hombres y la no discriminación por motivo de
sexo.
Finalmente, se me ocurre que es necesario participar
en acciones de sensibilización y concienciación desde el centro de trabajo,
revisando los protocolos y las políticas de igualdad, en el hogar podemos
asumir la corresponsabilidad en las tareas domésticas y de cuidados, y
aliviando la carga mental que supone asumir el peso físico y mental de tomar
todas las decisiones domésticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario